OFICIO DE COMPLETAS PARA LA FESTIVIDAD DEL CORPUS CHRISTI EN LA CATEDRAL
Procesión:
Himno:
Pange Lingua / Francisco Guerrero (Códice lerma para ministriles)
Sacris Solemnis / Cristóbal de Morales (Códice lerma para ministriles)
Oficio de Completas:
Invocaciones iniciales: Deus in adiutorium
O sacrum convivum (motete) / Francisco Guerrero
Salmo I: Cum invocarem (Ps. 4) / Anónimo (Códice lerma para ministriles)
Salmo II: In te Domine speravi (Ps. 30) / Josquin Desprez (Cancionero musical de palacio)
Salmo III: Qui habitat (Ps. 90) / Rodrigo de Ceballos
Salmo IV: Ecce nunc benedicite (Ps. 133) / R. de Ceballos
Responsorio Breve: In manos tuas / R. de Ceballos
Custodi nos / R. de Ceballos
Caro mea (motete) / F. Guerrero
Canticum Simeonis: Nunc dimittis / R. de Ceballos
Benedicamus Domino / R. de Ceballos
Deo dicamus gratias / R. de Ceballos
Antífona: Regina Caeli / Cristóbal de Morales
4 cantantes 4 ministriles, órgano y arpa
Como es de esperar la festividad del Corpus era muy celebrada en España al largo de los siglos, procesiones y ritos litúrgicos de gran envergadura con multitud de cantantes y instrumentistas de las capillas. Las grandes catedrales oficiaban los ritos de las horas mayores por todo lo alto. En este caso hemos querido representar el oficio de completas el último rezo del día antes del descanso nocturno. Lo habitual es plasmar en concierto las vísperas que es el oficio estrella por excelencia entre los compositores (libros de vísperas los encontramos en muchas catedrales españolas) pero dado que hay muy poca música para las completas decidimos otorgar a Rodrigo de Ceballos el peso del concierto con su desconocido pero magnífico oficio de completas.
Mientras que los monasterios , tras la cena, la comunidad se reunía en el claustro para escuchar una lectura, en las catedrales directamente se comenzaba con las invocaciones iniciales para dar paso a los salmos, que en los monasterios se cantaban sin antífona (nosotros hemos substituido alguna de las antífonas por motetes estrictamente ligados al corpus). Los salmos escogidos en las instituciones monásticas (4, 90 y 133) eran incrementados con los seis primeros versículos del salmo 30 (Inte Domine Speravi) , un responsorio breve (In Manos tuas), la antífona y el cántico de Simeón Nunc dimitis. Estas variantes, normales enriquecían el oficio además con una adición final, una antífona mariana que variaba según el calendario litúrgico, en este caso es Regina Caeli.
Para este concierto los compositores escogidos para el oficio de completas se trata de los más grandes polifonistas Andaluces del siglo de Oro. Morales, Guerrero y Ceballos, todos ellos ligados de una manera u otra al cabildo de la catedral de Sevilla y Málaga, por el hecho de haber sido maestros de capilla o encontrarse su música en los libros de coro. El hecho de contar con instrumentos para la capilla (los ministriles) junto con los cantantes es una práctica habitual en todas las catedrales de la península desde el siglo Xv hasta el XIX.
Un ejemplo de ello lo encontramos en este escrito de la propia catedral de Málaga:
En los primeros Estatutos del Cabildo malagueño, redactados por el obispo Pedro Díaz de Toledo en 1492, se trata del tema de la música y de las obligaciones del organista. Esto mismo se repite en los Estatutos de 1546, de fray Bernardo Manrique de Lara, en los que se establecen los días en que es obligatoria la participación de los músicos en la Catedral.
Paralelamente y ya desde 1492 entre el personal de la Catedral parecen tanto el Sochantre como los capellanes
cantores, luego denominados racioneros cantores. Ellos formarán desde el siglo XVI el grupo denominado “coro de sochantres” en el que se integran también los salmistas, i. e., músicos de voz. Sochantre, racioneros cantores y salmistas formarán el coro de canto llano. Uno de los racioneros pasará a ser el Maestro de Capilla, cargo documentado en Málaga desde 1507, entre cuyas obligaciones estarán la composición de música litúrgica, la dirección de la Capilla de Música y la instrucción musical de los seises, también cantores a los que les
corresponde la voz de tiple. Además de este grupo y como enriquecimiento de la labor del organista en el acompañamiento, van apareciendo otros músicos instrumentistas contratados por el Cabildo.
Con todo este material humano se forma la Capilla de Música de la Catedral de Málaga a cuyo frente estará el Maestro de Capilla.
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